En todos los ámbitos de la vida las mujeres han luchado por hacerse un hueco en la sociedad. Por supuesto el deporte no ha sido una excepción. Nuestra «hija de Lilith» de hoy recibió palos y pedradas en el Londres de finales del siglo XIX simplemente por montar en bicicleta. Por lo visto, en aquella época era ofensivo que la mujer imitara costumbres consideradas «masculinas», como por ejemplo: fumar, llevar pantalones, leer o… montar en bicicleta.
Una actividad tan común y saludable hoy día, para las mujeres, en aquella época era considerado como una actividad revolucionaria, contestataria y, por tanto, arriesgada para su integridad física o su reputación social.
Por supuesto Emma Eades no estuvo sola, hubieron más mujeres valientes que desafiaron las normas sociales de la época y disfrutaron de estos vehículos de dos ruedas. Sería injusto no citar a Annie Londonderry, la primera mujer que dio la vuelta al mundo en bicicleta, o a Amelia Bloomer, la diseñadora de los pantalones Bloomer que posibilitaron el uso de la bicicleta por parte de las señoras. Si ellas no hubiesen desafiado los convencionalismos sociales y los prejuicios culturales de la sociedad patriarcal hoy nos resultaría extraño ver a mujeres montando en bicicleta.
Desde ardillanegra rendimos un homenaje a todas estas mujeres luchadoras y sacrificadas que cambiaron la mentalidad de la sociedad, a todas estas «hijas de Lilith».
Ardillanegra 