Colau, el escorpión y la naturaleza.

Cuenta la fábula que había una rana a la orilla de un río:

«Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le dijo:

—Amiga rana, ¿puedes ayudarme a cruzar el río? Puedes llevarme a tu espalda…

—¿Que te lleve a mi espalda? —contestó la rana—. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! Si te llevo a mi espalda, sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás. Lo siento, pero no puede ser.

—No seas tonta —le respondió entonces el escorpión—. ¿No ves que si te pincho con mi aguijón te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?

Y la rana, después de pensárselo mucho se dijo a sí misma:

—Si este escorpión me pica a la mitad del río, nos ahogamos los dos. No creo que sea tan tonto como para hacerlo.

Y entonces, la rana se dirigió al escorpión y le dijo:

—Mira, escorpión. Lo he estado pensando y te voy a ayudar a cruzar el río.

El escorpión se colocó sobre la espalda de la rana y empezaron juntos a cruzar el río.

Cuando habían llegado a la mitad del trayecto, en una zona del río donde había remolinos, el escorpión picó con su aguijón a la rana. De repente la rana sintió un fuerte picotazo y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Y mientras se ahogaba, y veía cómo también con ella se ahogaba el escorpión, pudo sacar las últimas fuerzas que le quedaban para decirle:

—No entiendo nada… ¿Por qué lo has hecho? Tú también vas a morir.

Y entonces, el escorpión la miró y le respondió:

—Lo siento ranita. No he podido evitarlo. No puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza, de mi costumbre y de otra forma distinta a como he aprendido a comportarme.

Y poco después de decir esto, desaparecieron los dos, el escorpión y la rana, debajo de las aguas del río.»

Ada Colau

He escogido esta fábula para ilustrar lo que ha pasado en el «Ajuntament de Barcelona». La Sra. Colau ha decidido aceptar los votos del Sr. Valls para poder revalidar la alcaldía pese a haber perdido las elecciones frente al candidato de E.R.C. el Sr. Ernest Maragall.

Para entender el grado de injusticia de esta decisión debemos destacar que hace cuatro años, cuando la Sra. Colau resultó ganadora de las elecciones municipales pese a sumar sólo 11 regidores (la mayoría absoluta se sitúa en 21 regidores), el PSC y CiU ofrecieron un pacto a ERC para evitar que ella fuera alcaldesa, pacto que fue rechazado por la formación republicana para (pasados unos días) votar a favor de la investidura de Colau como alcaldesa.

En resumidas cuentas: mientras que en 2015 los republicanos actuaron siguiendo sus ideales políticas, ahora Colau les responde siguiendo su avaricia de poder e influencia y sus ganas de seguir sentada en la poltrona. Esta antigua «luchadora» a favor de los afectados por la hipoteca decide hipotecar su futuro político aceptando los votos de Manuel Valls, el candidato del Ibex 35 financiado, entre otros, por un fondo inmobiliario norteamericano.

La Sra. Colau ha hundido su dignidad en el fango, a ella poco le importa porque lo único que le interesa es el dinero y el ansia de poder. De hecho ya estará pensando a ver en qué empresa multinacional la enchufarán los señores del Ibex 35 dentro de cuatro años cuando ya no la vote ni el Tato.

La naturaleza del escorpión, picando en la espalda a la rana, enlaza con la naturaleza de la Sra. Colau engañando a la gente que, de buena fe,  apostó por ella. Enlaza con la traición de esta mujer al aceptar el chantaje de los poderosos que explotan a esas personas humildes que la votaron con ilusión y esperanza de cambio. Y así será como, al igual que el escorpión y la rana se hundieron en el río, el partido que representa esta señora se hundirá en la ignominia y en la vergüenza. Cuando lleguen las próximas citas electorales una gran parte de sus votantes cambiarán su voto en favor de otras formaciones o se pasarán a la abstención.

La naturaleza siempre sigue su curso y no hay mal que por bien no venga. En cuanto al tema de «El procés» la previsible y más que segura bajada en votos del espacio de «Els Comuns», un partido que opta por la indefinición perpetua en este tema va a conseguir que por fin una de las dos opciones, la independentista (ERC, JXCat, CUP) o la constitucionalista (PSC, C’s, PP)  supere el 50% de los votos.