Clara Campoamor: sufragio femenino en España.

El sufragio femenino en España está ligado, irremediablemente a una mujer: Clara Campoamor

Esta mujer, nacida en Madrid en 1888, fue elegida diputada en 1931, en aquellas fechas (recién inaugurada la IIª República) las mujeres podían ser votadas, pero no podían votar. Desde su posición defendió a capa y espada el derecho al voto femenino que en muchos países europeos ya estaba reconocido hacía años gracias a la lucha y el compromiso de las sufragistas francesas, británicas y norteamericanas.

Manifestación por el derecho al voto femenino.

«Voto para las mujeres, en las mismas condiciones que para los hombres».

Aunque a algunas personas pueda sorprenderles, al principio de la IIª República los partidos de izquierda se oponían, en general, a aceptar el sufragio femenino alegando que éste podría estar muy influido por la iglesia católica. El carácter patriarcal y machista de la sociedad de la época había reducido a la mujer al ámbito estrictamente doméstico, la única vida «pública» de aquellas mujeres (nuestras abuelas y bisabuelas) era la iglesia.

Clara Campoamor

Mediante un discurso memorable en el Congreso de los Diputados, Clara expuso la necesidad del voto femenino alegando que la mujer española no podía continuar siendo marginada de la vida pública ya que, si esto pasaba, la mujer continuaría marginando a la política. En este sentido recomiendo la película «La mujer olvidada» de Laura Mañá.

«La mujer olvidada» Laura Mañá

Por una diferencia de pocos votos fue aprobado el sufragio femenino y, por primera vez en la historia de España, en noviembre de 1933 las mujeres pudieron votar.
Años más tarde, debido al golpe de estado del general Franco, Clara Campoamor tuvo que exiliarse hasta el final de sus días. Falleció en Suiza en 1972.
Cada cual puede analizar la historia desde su perspectiva y podríamos debatir si fue, o no, conveniente que las mujeres pudiesen votar en aquellas elecciones de noviembre de 1933 que acabó ganando la C.E.D.A. de Gil Robles; pero lo que no se puede negar fue la valentía y el compromiso de esta mujer que fue capaz de defender ella sola la importancia del derecho a voto de las mujeres. La vida pública, la política, no puede desarrollarse con normalidad si la mitad de la población no puede acceder a ella. Éso, que hoy en día lo vemos tan lógico, en aquella época no lo tenían tan claro.
El nombre de Clara Campoamor ha pasado, con letras doradas, a la historia política española. Su valentía, el compromiso tan fuerte con sus ideales y su generosidad para con todas las mujeres españolas, la convierten sin lugar a dudas en una «Hija de Lilith».